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Acuerdo de Alma

Antes de nacer, cuando cada Ser que decidió venir a encarnar en la Tierra a vivir la experiencia humana en la tercera dimensión hizo un acuerdo entre almas.

Cada alma seleccionó minuciosamente con sus maestros, todas las experiencias que deseaba vivir para enriquecer su propio recorrido universal.

Algunos eligieron aprender a través del DESAPEGO, otros de la SOLEDAD, otros de la ENFERMEDAD, otros a través de las PÉRDIDAS, otros a través de la relación de PAREJA.

Algunos se atrevieron a experimentar la RIQUEZA material, otros el éxito por su trabajo, otros despertar la consciencia, otros aprender de su familia, otros experimentar la muerte en diversidad de formas y así sucesivamente, como si eligieran las asignaturas y contenidos para matricularse en la universidad llamada Tierra, la biblioteca viviente.

Esto nos comunica que todo lo que hemos hecho hasta ahora y lo que está por suceder no es culpa del destino, tú lo has elegido para saber qué se siente.

Todos decidimos nuestras misiones y hubo una gran reunión de almas, entre ellas para acordar cómo se interrelacionarían en dicha encarnación…

Igual a como cuando se reparten los roles en una obra teatral, cada cual recibió su papel en la obra de su vida… y nacimos, pero los ángeles del silencio posaron su dedo sobre nuestros labios dejando su huella y olvidándonos de todo lo que había sucedido.

Algunas de éstas almas se encontraron desde su nacimiento y son familia.

A otras les tocó ser compañeros del colegio, para llegar a ser amigos en la adultez…

Otros no se encontraron hasta cuando mayores, pactaron conocerse en una fiesta y enamorarse…

Hubo quienes tendrían roles mínimos en la vida del otro.

Serían el médico que lo revisó cuando estuvo internado…

Otro sería alguien que te sonrió en la calle, otro sería quien perdería un billete y tú lo encontrarías luego sin saber de quien fue, otro sería quien le ofrecería la oportunidad de trabajo…

Otro el taxista que lo llevaría al aeropuerto aquel día en que le avisaron que un ser querido fallecería…

Todos absolutamente, tienen una misión en tu vida.

Tú absolutamente en una misión en la vida de todos. Nada, absolutamente nada es casual en la vida de ninguno.

No hay un destino, pues existe el libre albedrío.

Nos hemos repartido los papeles, pero no hay guión, hay una infinitud de posibilidades, cada uno es responsable de sus propios diálogos y sus acciones asumiendo las consecuencias.

Piensa: ¿Por qué tienes a ese jefe tan exigente y perfeccionista? ¿Será que acordaron que él sacaría lo mejor de ti y te puliría cual diamante? ¿O será que tienes que aprender la tolerancia? ¿Y si lo que debes hacer es armarte de valor y renunciar?

Difícil saber lo que viniste a vivenciar con cada persona, pero como alma lo sabes y sólo puedes escucharte a través de lo que llamamos INTUICIÓN, aquel susurro del corazón.

Entonces entiendes por qué te bastó con ver a esa persona para que sintieras retorcijones en la panza… El alma te estaba avisando todo el dolor que te causaría… ¿La escuchas?

Entonces entiendes por qué tus ojos brillan y el corazón se expande cuando miraste por primera vez a esa persona… El alma avisa que se han conocido de antes con inmenso amor…

No recordamos. No sabemos qué nos une a todo el elenco que nos ayuda a representar la obra de nuestras vidas, pero hay un acuerdo sutil entre todos de permanecer juntos para ayudarnos mutuamente a crecer, a evolucionar…

Entre todos formamos un verdadero equipo sanador porque nos ocupamos tanto de nuestro propio desarrollo como el de todas nuestras relaciones.

También podemos cerrar abruptamente la relación con algunas personas por problemas meramente terrenales. Ya te lo dije: Tenemos libre albedrío.

Todo este camino tiene como objetivo la iluminación…

A veces, llega a nuestra vida alguien que nos enseña algo y quien al mismo tiempo recibe enseñanza nuestra y luego se va, desaparece de nuestra vida, pues ya se cumplió el trato pactado en el llamado Plano Sublime.

Luego, avanzamos despacio en términos terrenales o mundanos, pero vamos a la velocidad de la luz en términos estelares o cósmicos.

Así que no podemos mirar ninguna relación y juzgarla como un triunfo o fracaso… Estamos aprendiendo, y el solo hecho de poder interactuar con otros, de conocerlos, descubrir sus diferencias, llegar hasta lo profundo de su esencia vuelve cualquier relación un éxito…

Así que no te atores con ese jefe, con esa pareja infiel, con esa persona envidiosa, con el familiar desleal, con la vecina chismosa, con ese profe abusivo, el almacenero gruñón, ese pretendiente meloso, ese hijo rebelde…Solo mírales directamente al alma y diles: Te amo, muchas gracias por respetar el acuerdo.

He aprendido, te dejo ir.

Fuente: Del muro de la #DraGladysMenem

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