Una frase tan naturalizada en nuestra sociedad y vida cotidiana, ponete el piloto automático y hace todo lo de la rutina; en realidad es una manera que tiene nuestro cerebro de ahorrar energía ya que simplemente se realizan actos ya adquiridos como hábitos: ir y volver del trabajo por el mismo camino todos los días, manejar por las mismas calles con el fin de llegar a casa lo más rápido posible luego de una larga jornada… pero que sucedería si esto se da en tus relaciones sociales, si todos los días repitieras los mismos actos sin replantearte en ningún momento si los disfrutas o si te gustan…
Lamentablemente la mayoría de nosotros vivimos o hemos vivido alguna parte de nuestras vidas con el piloto automático encendido, y lo peor de esto es que atamos nuestra mente a una rutina, mientras la vida nos pasa por el costado sin darnos cuenta.
El piloto automático muchas veces nos aleja de las cosas que
verdaderamente disfrutamos, por ejemplo, si estamos en un trabajo que nos absorbe por completo cuando regresamos a casa no tenemos muchas ganas de salir a camina, ir a zumba, pintar o hacer cualquiera de esas cosas que tanto nos gustaban porque estamos cansados, estresados, agotados o simplemente no tenemos las ganas para hacerlo.
Esto se repite día tras día y sin darte cuenta abandonaste todas tus actividades que te gustaban para estar al 100% en tu trabajo que ni siquiera lo disfrutas del todo…
El piloto automático es como unos lentes sucios, a través de ellos ves, pero no aprecias ciertos colores, detalles, etc.
Párate un minuto, respira conscientemente, sonreí, agradece el seguir vivo y simplemente mira a tu alrededor, la vida esta llena de cosas nuevas y hermosas, no te las pierdas…
Aadaptación del texto “Y tú, ¿te dejas llevar por el piloto automático?” de Lamenteesmaravillosa.com