Me quedó resonando esta frase que compartió Pablo Almazán, y me hizo reflexionar sobre algo que evidentemente aún necesito sanar y aclarar en mi y por eso lo comparto. A menudo me preguntan cuántas sesiones o consultas nos tomará resolver un síntoma o un conflicto particular. Me es muy difícil responder porque cada caso y cada proceso son diferentes. Pero tal vez lo que más me gustaría compartir es que desde Humano Puente la Decodificacion Bioemocional no cura a nadie. Sí, no cura nada ni a nadie. Algunos pensarán ¿cómo puede ser?
Aquí la Decodificación es una «metodología» que está al servicio de cada ser creador. Es una herramienta, una ceremonia sagrada, que claro que nos permite que un síntoma desaparezca o que mi realidad sea plena. Pero no es la Decodificación en sí, sino cada ser que se asume responsable de su vida. Y digo responsable, jamás culpable, porque aquí los juicios quedan afuera.
Esperar que en dos sesiones se me vaya un síntoma es una decisión que mucho no alcanza. Por eso a veces nos frustramos cuando habiéndose intentado las cosas cambian muy poco, o cuando aun habiendo cambiado no nos sentimos plenos. La decisión de hacerme responsable de mi vida, de asumir que todo lo que está ante mí soy yo, es una decisión enorme. Tan enorme como volver a nacer y parirse a sí mismo. En ese instante descubres que tu tarea aquí es que si eres el creador de tu vida, eres el que tiene la solución a tus conflictos. Y eso es un enorme alivio, pues ya no dependes de nadie. Y a la vez es una gran responsabilidad, ya no hay excusas.
Y aquí sí digo se sana el que insiste, el que no baja los brazos, el que CREE, antes de que suceda el milagro lógico. Despertar ante la vida es un acto de valor diario. La vida que yo hoy experimento tiene una enorme labor interior….enorme.. Cuando digo que se sana el que insiste, no estoy diciendo que se va a curar de nada. De lo único que hay que curarse es de creer que se acabarán los «conflictos». Pues no se acaban. Aquí vinimos a experimentar el error, la distorsión, para solo así poder trascender. Así se expande la Conciencia, experimentando lo que no es y recordando lo que sí es. Para al final darse cuenta de que es y no es al mismo tiempo.
«Trabajé una vez pero mi hijo no cambió» , «trabajé pero mi pareja mejoró muy poco»…. y así solo puedo decirte continúa, hay algo más por ver, algo más por sanar por trascender. La queja es el peor aliado, me hace buscar al culpable afuera y allí siempre me pierdo. Si hasta hoy en tu clan nadie bajó los brazos para sostener un síntoma, entonces no los bajes para sanarlo.
En el despertar hay mucha magia. Pero la trampa de la mente es que cree que la magia es sinónimo de que en algún momento el conflicto se termina. La magia es saber que ante cada piedrita que aparece en el camino está la fabulosa oportunidad de expandir la conciencia, de ampliar mi frontera, de aquietar el universo. La vida se vuelve plena, no perfecta. Se vuelve liviana, no libre de distorsiones. Así que ¿cuántas sesiones me llevará sanar un síntoma?
La vida entera amigos, la vida entera…
Por Florencia Cerutti Decodificacion Bioemocional